La actividad del Consejo: hacia un enfoque orientado al riesgo

La actuación del Consejo de Administración ha de afrontar desafíos y riesgos significativos, tanto en su correcto funcionamiento interno, clave para garantizar un buen gobierno efectivo, como en el desarrollo de sus funciones y responsabilidades.


Galo Juan Sastre Corchado
Consejero. ANDBANK ESPAÑA Y LUXEMBURGO
Consejero. TEMPORE PROPERTIES
Of Counsel. CASES & LACAMBRA

 

El moderno Gobierno Corporativo establece que el Consejo de Administración debe tener un papel muy activo en la creación de valor para la empresa y en el fomento de una cultura ética empresarial que defina el comportamiento de toda la organización empresarial.

El Consejo debe centrar sus actuaciones en la definición y el diseño de las líneas maestras de la estrategia corporativa y en la supervisión de la alta dirección encargada de su implementación efectiva.  Además, es un compromiso ineludible para el Consejo velar por que la entidad actúe en todo momento de acuerdo con la normativa a la que la sociedad esté sujeta, cuestión esta última especialmente relevante en los últimos años por el significativo incremento de la actividad regulatoria de las Administraciones Públicas.  En este sentido las distintas áreas de control interno (riesgos, cumplimiento normativo, auditoría interna) tienen cada vez más una línea de reporte directa al Consejo a través de sus comisiones delegadas, para garantizar que disponen de los recursos humanos y materiales necesarios para su desempeño efectivo de sus funciones y que actúan con la necesaria independencia.

Es claro que la actividad del Consejo está evolucionando desde un cumplimiento más formal a un claro enfoque orientado al riesgo, en la misma línea que funcionan la alta dirección o las áreas de control interno. Este cambio tan relevante exige que la labor del consejo se centre en aquellas funciones en las que crea mayor valor añadido, identificando correctamente aquellos riesgos a los que se enfrenta la sociedad. Los recursos son escasos y el funcionamiento del Consejo debe optimizarse

Sin duda la reforma del Código Penal en 2010 al establecer la responsabilidad penal de la empresa ha sido un elemento determinante para el desarrollo de este nuevo enfoque orientado al riesgo y la posterior inclusión como eximente de esa responsabilidad mediante el desarrollo de programas de cumplimiento efectivos ha hecho que todas las sociedades hayan avanzado en este línea.

Los Consejos de Administración deben valorar permanentemente su propio funcionamiento interno para garantizar una mayor transparencia y una mayor efectividad de sus actuaciones. Sin embargo, no podemos olvidar que este enfoque orientado al riesgo, exige el desarrollo dentro del Consejo de nuevas habilidades y la utilización de nuevas herramientas de gestión y supervisión que favorezca su capacidad de análisis y de toma de decisiones. Entre estas nuevas herramientas destacan el diseño de procedimientos para la evaluación de su funcionamiento interno, la creación de indicadores que facilite el diseño y el seguimiento de las estrategias corporativas acordadas, un adecuado mapa de riesgos o unos procedimientos de seguimiento de las actuaciones de los departamentos de control interno.

Respecto a las habilidades, los miembros del Consejo deben tener un enfoque especialmente crítico, o de sano escepticismo como resaltan los reguladores, que permita cuestionar de forma positiva los riesgos y actuaciones del propio Consejo y del funcionamiento de la sociedad en general.


Galo Juan Sastre participará los próximos 28, 29 y 30 de enero en el programa “Funciones, responsabilidades y riesgos de Consejeros y Administradores” que organizan la Facultad de Derecho (ICADE) de la Universidad Pontificia Comillas e iKN Spain.

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