Modelos de actuación y protocolos ante un nuevo escenario legal

La actividad empresarial se ha visto afectada en las últimas décadas por un creciente nivel de corrupción no sólo en la contratación con el sector público, sino también en la actividad entre particulares, donde se han ido consolidando prácticas que merman la capacidad competitiva de las empresas, distorsionando la competencia leal y la formación de precios en el mercado, y lesionando el sistema objetivo y transparente de selección en la contratación. Por eso, las legislaciones penales de los Estados han incorporado nuevos delitos que amplían considerablemente el catálogo de conductas o modalidades de corrupción. Así la LO 5/2010 de 23 de Junio de reforma del Código Penal incorporó al derecho penal español el delito de corrupción en el sector privado.

Otra de las reformas de la LO 5/2010 fue la incorporación de la responsabilidad penal de las personas jurídicas. El catálogo de delitos por los que puede responder una empresa ha sido tasado de forma expresa, incluyendo los delitos de corrupción. Esta nueva realidad legal sitúa a la empresa en un nuevo plano, siendo necesario que dentro de la misma se incorporen o adapten al nuevo escenario legal códigos éticos, protocolos internos de actuación y normas de cumplimiento que permitan proteger la posición jurídica de la empresa frente a posibles actuaciones de corrupción de sus directivos y/o empleados que puedan desencadenar su responsabilidad penal directa, con la consecuencia de sufrir severas multas y sanciones penales, además del importante daño reputacional que generaría.

Para luchar contra la corrupción desde el ámbito empresarial, el Pacto Mundial recomienda tener en cuenta tres aspectos: acción interna, acción externa y acción colectiva. A lo largo de la sesión trataremos qué tipo de acciones se pueden tomar en este sentido, y cómo establecer una política contra la corrupción que sea eficaz.

Guillermina Grande Royo-Villanova
Customer Compliance
BBVA