El coste económico de los Principios (éticos y contables)
|David Jiménez Barajas
MedSurg South Cluster Business Support Manager
Boston Scientific.
Todos somos conscientes de la importancia de los principios éticos en los negocios. Básicamente por convencimiento personal o, para los poquísimos que pudiesen no tener esta inquietud moral, por el riesgo de recibir importantes sanciones económicas y penales. Basta comprobar como los medios se han inundado de noticias relatando multas multimillonarias tales como los $9 billones para BNP, los $2,3 billones a Pfizer, $1,6 Siemens,…y así una larga lista conformada por todo tipo de corporaciones.
Pero no solo los principios éticos son susceptibles de tener repercusión en la gestión empresarial. En un entorno cada vez más globalizado, la aplicación de los principios contables según las distintas normativas a las que estamos sujetos, afectan aun más a nuestros resultados económicos, al impactarnos diariamente, directa o indirectamente.
El caso más evidente son las compañías locales pertenecientes a grupos empresariales Americanos. Pero no se restringe tan solo a estas. Se aplican distintos criterios de valoración (según si se rigen por USGAAP o IFRS), y por lo tanto son distintas las consideraciones que juegan en cada parte, al realizar negocios fuera de nuestro país o, incluso dentro de él, con corporaciones transfronterizas. Un activo, una inversión en capital, o cualquier otro gasto/ingreso derivado de una transacción, podrían tener un tratamiento fiscal o de registro distinto al habitual en nuestra cuenta de resultados y/o en la de nuestra contraparte. Conociendo ambos, podremos estimar con precisión el resultado real de la operación y contaremos además con una posición más sólida a la hora de negociar, pues conoceremos las premisas de la otra parte.
Tanto el FASB (EEUU) como el IASB (aplicación en 117 países) son conscientes de los conflictos y costes que pueden derivarse si las normas que rigen la gestión, y que proporcionan la imagen fiel, son cada vez más divergentes en los principales países comerciales. Es por ello que están realizando un esfuerzo de armonización, que no llevará a la unificación, pero si las acercará.
En el acuerdo Norwalk de 2002, ambos reguladores definieron un plan de acción hacia la convergencia. No obstante, es importante resaltar que el desarrollo conjunto de los nuevos estándares aplica solo a las nuevas normas sobre las que exista intereses mutuos, y, lo que es más importante, sin considerar la sincronización absoluta de todas las normas. De hecho, fruto de la prolífica actividad conjunta en este sentido, las nuevas normas generadas de manera coordinada, incluyen una sección indicando las diferencias en la aplicación práctica en ambos cuerpos normativos.
Por todo lo anterior, se hace imprescindible para todo directivo o gestor de empresas multinacionales, o que tenga o vaya a tener contacto con entidades internacionales, ser un experto conocedor de las principales diferencias entre US GAAP e IFRS con el fin de:
– Realizar una correcta planificación y toma de decisiones.
– Evitar impactos económicos no esperados a la hora de registrar operaciones.
– Mejorar nuestra capacidad de negociación: mayor rentabilidad.
– Garantizar resultados a la hora de consolidar con matrices USA.
Instructor de iiR España en el seminario: SOX, FCPA & US GAAP
Madrid 22 y 23 de septiembre de 2014